Miró a los ojos de aquella mujer , que a veces eran pardos, y a veces eran verdes, y siempre del color de las tormentas, y en la mirada que le devolvieron leyó que el único camino posible es avanzar, seguir adelante, recorrer las vías de hierro hasta donde empiezan a florecer las amapolas, imaginar un lugar al que no llegan los trenes, y encontrarlo, y detenerse al borde del océano para aprender que si sopla por la derecha es poniente, y si sopla por la izquierda es levante, y si viene de frente es sur, pero que todos borran el camino de vuelta. Había mucha vida en aquellos ojos, una historia muy larga, y el futuro.
Los aires difíciles, Almudena Grandes
Qué fotaza!!
ResponderEliminar"Pero el dos no ha sido nunca un número porque es una angustia y su sombra" Federico García Lorca ... (mención en el libro Castillos de cartón de Almudena Grandes. Tusquets Editores)
ResponderEliminarMe niego a quedarme en la estación mirando, embobado, al infinito.
ResponderEliminarSubiré en el próximo tren que venga para que me lleve donde él quiera. Pero que me lleve de aquí. Adonde él quiera.
Los ojos de una mujer son un océano, un desierto, mi mochila y todo lo que llevo dentro.
ResponderEliminarLos ojos de una mujer son dos vías por donde dejo rodar los míos. Rodando, rodando, queda la angustia atrás. Todas las miradas conmigo.
Tu si que tienes mucha vida en los ojos... una historia muy larga, y el futuro...
ResponderEliminarmuuuuchos besos!!!!!
oleeee!!!
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